En 2006, Luis Mancha –crítico y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares– publicó el ensayo antropológico Generación Kronen, basado en entrevistas a los jóvenes narradores que irrumpieron con fuerza en el mundo literario de la España de “los olvidados años 90, cuando ser escritor era otra cosa”: Ray Loriga, Lucía Etxebarría, Juan Manuel de Prada, Luis Magrinyà, Marta Sanz, Pedro Maestre, José Ángel Mañas y Nicolás Casariego, entre otros. Nueve años más tarde vuelve a la carga con el documental del mismo nombre, donde a través de nuevos diálogos con los autores y otras lecturas se pone el dedo en la llaga sobre la precariedad y el olvido en el ámbito de las letras peninsulares. Al respecto, charlamos con Mancha.
Hay un margen de nueve años entre el lanzamiento del libro y el estreno del documental. ¿Qué nuevas reflexiones y lecturas haces hoy de la llamada Generación Kronen?
Sinceramente, no tengo reflexiones nuevas que aportar; en lo esencial sigo pensando lo mismo. Digamos que la perspectiva del tiempo nos hace ver hasta qué punto la posición del escritor en España, lejos de mejorar, se ha vuelto más frágil.
A través del documental es recurrente la frase “en aquellos olvidados años 90, cuando ser escritor era otra cosa”. En tu opinión, ¿qué es ser escritor en la España de 2015?
La del escritor, no es una profesión como las demás. No existe una posición clara dentro de la división social del trabajo: titulaciones legitimadas por el Estado, colegios profesionales, sindicatos del sector, etc. Incluso dentro del universo literario, la propia idea de la profesionalización, al contrario que en cualquier sector, tiene connotaciones negativas. De modo que, aun siendo el motor que alimenta toda una industria, los escritores rozan el amateurismo.
Esta reflexión se puede aplicar a cualquier país, al menos occidental. Sin embargo, en España, frente a países como Francia o México, la situación del escritor es todavía más precaria, ya que está totalmente abandonado por las instituciones públicas y apenas dispone de prestigio social.
A veinte años de la irrupción de esa generación literaria, ¿reiteras tu afirmación de que se trata de “una juventud que desapareció por el sumidero de la Historia” y de qué manera la industria editorial y la crítica contribuyeron en ello?
La juventud de los años 90, al contrario que la que se alimentó de la movida (o incluso la juventud de finales de los 90, principio de los 2000, que está ahora tomando cierto relieve, por ejemplo político) es una juventud que, por una razón o por otra, no ha ejercido un protagonismo muy evidente en nuestra historia. Incluso los 90 parecen representar, en el inconsciente colectivo, la prolongación de los míticos años 80; siendo generosos, y siendo negativos, simplemente, un agujero vacío o incluso negro en nuestra historia.
En ese contexto, sucedió un hecho concomitante, como es una suerte de renovación literaria de nombres, temas y estilos; lo puedes llamar Generación Kronen o X (no por la Generación X, sino X de incógnita). Los temas que trataban algunos de estos escritores, y que conectaron con la visión y los intereses de esa generación de la época (el caso de Historias del Kronen es paradigmático en este sentido) fueron estigmatizados a medida que avanzaba la década, debido a la lógica del universo literario (evidentemente la crítica y la industria editorial son parte importante de este espacio social). Hasta el punto que ahora no queda más que un vago recuerdo…
¿Eso contribuyó a la representación colectiva de los años 90? Pues supongo que sí; en estos temas es difícil hacer una recta de regresión para saber en qué medida un suceso ha contribuido a un resultado o a otro.
¿Qué ventajas y desventajas has encontrado en el proceso de realización de este trabajo audiovisual?
Las ventajas que he tenido radican, sobre todo, en la generosidad de los entrevistados, que me han dedicado su tiempo. Muchos de ellos me han dado material de sus propios archivos de prensa de la época (o Mañas que me ha cedido una de las canciones de su grupo); así como otros colaboradores, por ejemplo, Nacho Fernández me ha dejado utilizar una de sus canciones; o el apoyo de Juan José Suárez Losada…
En cuanto a las desventajas, la falta de apoyo económico más allá de los recursos de OCTV Producciones… Por ejemplo, RTVE no quiso colaborar con el proyecto, ni siquiera aportando archivo.